Podría contarles tantas cosas sobre quién soy, o mejor dicho, quién he sido, porque he sido mucho de todo y poco de lo que vine a SER. Sí, ya saben, “cosas de mujeres”.

Pero SOY, SOY MUJER, mujer en fuga que se transforma en pantera negra. Desde niña recorriendo con los lobos asumiendo el precio de mi libertad, mi fuerza interior y mi conexión con la naturaleza salvaje y primordial. Atraída por mi instinto, confiando en mi intuición para no temerle a los rincones más profundos de mi SER. En una relación íntima con mi propia naturaleza animal, capaz de encontrar mi lugar dentro de la manada, protegiendo como pantera negra mi independencia y autenticidad.

VOY encontrando mi poder en la aceptación de mi propia singularidad; en el abrazo de mi verdadera naturaleza para desafiar sin miedo a las convenciones sociales. Y eso persigo, el miedo, para mirarlo fijo de frente y reclamarle mi derecho de hacerlo diferente formando el matrimonio de mis almas en sagrada unión espiritual cósmica.

Me desnudo entre imágenes y letras, sin pretender convencer a nadie, sino paulatinamente compartir mis luces y sombras, al tiempo en que la presencia de mi oxígeno logra quemar las cadenas de hierro que no me pertenecen.

Entre el Cielo y la Tierra, busco mojarme bajo la lluvia de mi nube negra, para ser capaz de mirar MI SOL sin quedarme ciega.